sábado, 7 de agosto de 2010


Que día más caluroso, a mi pequeña le hubiese gustado ir a la playa o bañarse en la piscina. Estas cosas que no parecen importantes, me hacen pensar mucho más en ella y decaigo. Ojalá llegue un día en el que pueda hablar o recordar a mi niña y no decaiga de esta manera. Os sigo necesitando, porque cuando os pasáis por la tienda para preguntarme como estoy y os paráis a charlar un ratito, yo me siento mucho mejor y no me siento tan sola. Mi marido ya se ha tenido que marchar otra vez para la mar, y lo debe de estar pasando fatal porque cuando podemos hablar su voz está rasgada y con muy poco ánimo. Ojalá sus compañeros le sepan ayudar y que levante un poco el ánimo. Yo lo que tengo miedo ahora es a volverle a fallar con Agus y si ya nuestra vida en común se a roto un poco, que entonces ya no tenga remedio. Gracias a todos los que seguís depositando flores en la tumba de María, os aprecio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario